3. La Piscina del Diablo, Zambia
Las Cataratas Victoria, entre Zambia y Zimbabue, albergan la Piscina del Diablo: una atracción cautivadora pero precaria. Aquí, el principal peligro es el riesgo omnipresente de ser arrastrado por el precipicio por las formidables corrientes del río Zambeze. La Piscina atrae a almas valientes que buscan asomarse al abismo desde el mismo borde de las cataratas. Pero este encuentro acelerado con la fuerza de la naturaleza exige la máxima precaución. Los visitantes deben navegar por rocas resbaladizas y corrientes poderosas para acceder a la piscina. Un solo paso en falso podría significar un desastre, convirtiéndolo en un destino donde los buscadores de emociones deben andar con cuidado.