El ambiente de la Selección de Corea del Sur durante la Copa Asiática no fue el mejor posible y una prueba fue la pelea que tuvo su estrella y capitán, Heung-Min Son, con su compañero de equipo Kang-In Lee previo al encuentro ante Jordania.
La noticia la dio a conocer el diario The Sun, que indica que el jugador del Tottenham llegó a las manos con su compañero y el compromiso de semifinales ante Jordania lo debió jugar con una venda en su mano derecha porque se disloco un dedo.
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El pleito entre los futbolista se debió porque los más jóvenes del equipo comieron rápido para irse a jugar ping pong, un hecho que no agradó a Son y, quien en función a su posición de capitán, les pidió que volvieran al comedor y dejaran sus partidos para después. No obstante, esto no gustó al pequeño grupo entre los que estaba Kang-In Lee y en cuestión de minutos los dimes y diretes pasaron a las manos.
La situación no llegó a más producto de que otros integrantes de la concentración intervinieron para separarlos.
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Ahora bien, el jugador Kang-In Lee reconoció a través de sus redes sociales que tuvo una discusión verbal con Son.
"Buenas, soy Kang-In Lee. Hay un artículo que dice que hubo una disputa con Heung-Min Son antes de un partido de la Copa de Asia. Estamos muy decepcionados por fallar a la afición, que siempre apoya a nuestra selección. Lo siento mucho. Debería haber estado a la altura y obedecido a mis compañeros, pero solo puedo lamentar haber mostrado esta mala versión de mí a los fans. Me disculpo con aquellos a los que he decepcionado. Soy muy consciente del interés y las expectativas que me transmite la afición. De ahora en adelante, trataré de ayudar a mis compañeros mayores para convertirme en un mejor jugador y una mejor persona".
Por su parte, Heung-Min Son no se ha pronunciado al respeto.
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